Este edificio religioso tiene su origen en una construcción previa de arquitectura románica medieval, aunque las posteriores reformas y ampliaciones lo sitúan, dentro de las tendencias del siglo XVI, en estilos posteriores. Su riqueza viene aumentada al contar con una abadía adosada.
La iglesia está conformada por una nave principal y a su vez bifurcada por dos capillas a cada lado. La bóveda es de cañón, apoyándose en tres arcos fajones que arrancan de pilastras desde el suelo. El ábside semicircular mediante un arco presbiterial que poseía la iglesia románica desaparecida y el presbiterio que posee actualmente es cuadrangular con la techumbre de uralita.
Se accede por el pórtico situado al oeste de la iglesia, mediante un arco de medio punto dovelado. En él se puede observar la inscripción de 1836 y encima un crismón con la S invertida lo que cabe pensar que su procedencia es primitiva.
En cuanto al campanario es de torre, de dos cuerpos separados de una cornisa. Posee cuatro ventanas de medio punto con sus correspondientes campanas en la zona sur.